Entrevista al emprendedor Enrique Espinoza, creador de Rossonero Foods

Por: Daniela Álvarez Freer

Tiempo de lectura apróx: 7 minutos

Enrique Espinoza, creó el embutido y comenzó a servirlo en su propio restaurante; posteriormente lo comercializó y lo llevó a tiendas de comida saludable. Hoy está en Walmart, con el sello Rossonero Foods.

Enrique Espinoza es un apasionado de la comida. Esa afición lo llevó, hace 10 años, a abrir su propio restaurante, Rossonero, en el que ha experimentado y logrado crear productos innovadores.

Esa innovación lo llevó a la creación, después de 18 meses de pruebas, de una salchicha de atún que hoy se ha convertido en el eje de su vida empresarial. Para su comercialización a gran escala, necesitaba de una marca: Rossonero Foods.

Al principio las cosas no fueron fáciles para él, sin embargo, tras presentar su proyecto a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), la cuál decidió invertir en este naciente negocio una suma importante de dinero. Enrique, compró una máquina embutidora para mejorar y profesionalizar la producción de las salchichas y desarrolló un empaque para conservarlas en buen estado por más tiempo, lo que las hace completamente orgánicas.

Tras estas victorias, hoy podemos encontrar su marca en tiendas de autoservicio, tiendas de productos naturales y boutiques  de Mazatlán.

A continuación te compartimos un resumen de las preguntas más importantes que le hicimos a este joven emprendedor…

¿A que te dedicabas antes de comenzar tu carrera como emprendedor?

Mis antecedentes son completamente financieros desde que salí de la universidad. Primero trabaje en Hacienda, luego en IXE casa de bolsa y mi último trabajo,  fue en una empresa que vende finanzas en México; después de eso, decído regresar a Mazatlán por cuestiónes personales y es cuando empiezo con la distribuidora de vinos.

Con esa empresa nos fue muy bien los primeros 2 años, pero por ahí del 2008, que empieza la crisis así como la inseguridad, ocasionado la caída al suelo del turismo en Mazatlán, pues ese negocio se me fue para debajo de la noche a la mañana.

Posteriormente, con lo que pude recuperar de la empresa y en conjunto con mi hermano,  abrimos el Rossonero,  para promover el consumo de vino que ya estabamos distribuyendo pero en un negocio comfortable y acompañado de una pizza. Es un buen negocio, pero demanda mucho tiempo de mi persona, por eso decidí buscar alternativas. Con la experiencia ganada y los clientes en el restaurante ,  y las curiosidades de que nos invitaban a hacer productos mas elaborados de aquí, se nos vino la oportunidad de comenzar a desarrollar diferentes productos con diferentes proteínas y pues de ahí surgieron las salchichas.

¿Cuáles motivos te llevaron a emprender?

Siempre he estado viendo más alla, no puedo estar quieto, siempre estoy buscando hacer algo que me guste, y sacar el máximo provecho. Por ejemplo, tuve una lección que me llamo mucho la atención:

Uno de los mejores amigos de mi vida, Horacio Padilla, viene de abajo y estabamos trabajando en Casa de Bolsa. El tipo vendía tortas mientras estaba en la venta de acciónes. ¡Estaba vendiendo acciones mientras vendia lonches!  y el tipo llevaba su ración de tortas y se las vendía a todos los de la empresa, digo, ¡el tipo ahorita tiene 3 Ferraris en su casa! -¿verdad?- ¡Es en serio!,  no te estoy exagerando ni tantito… siempre me gustó el tema de la comida, comer bien. y el hecho de comer es todo un evento… todos tratamos de hacer algo con tal de estar conviviendo.

Antes de terminar la carrera conocí a unos Uruguayos que se vinieron literalmente de mojados a México y que ahí se pusieron en la colonia Condesa, ¡cuando la Condesa no era nada! (La colonia Condesa es una de las mas “chic” de CDMX hoy en día)  y recuerdo que  el tipo sacó un asador a una cochera; ¡Imagínate! En CDMX,  era lo más raro que ibas a ver, pero nosotros que eramos de Monterrey, Culiacán y Mazatlán pues dijímos ¡De aquí somos!!.  El se enamoró de su esposa por ICQ  (primera plataforma virtual de chat) y vendió todo lo que tenía en Uruguay, empezó una familia, y con lo poco que le quedó puso su restaurante. El tipo lavaba, asaba, compraba y atendía a la gente; nosotros la primera vez que llegamos con él, nos presentamos, ¡él no tenía a nadie en el restaurante porque tenia 2 días que había abierto! nos caímos bien, nos quedamos platicando con el, y al final le terminamos ayudando por que le empezó a caer gente.

La gente con menos oportunidades son las que más se ven motivadas a hacer algo. 

¿Cuáles crees que sean los motivadores que impulsen a una persona a emprender?

Es uno mismo, es querer hacer algo, por que nadie te va a decir un camino, nadie verá las oportunidades como tú, te pueden decir que les parece interesante; ¡Y eso en el mejor de los casos!. Hay gente que dentro de tu familia te dice, ¡estás loco! ¡déjate de pendejadas y consígue un trabajo! Tiene que venir de tí, completamente.

¿Crees que el espíritu emprendedor es algo con lo que naces o más bien se aprende?

Yo creo que es una decisión de vida, porque de toda la gente que conozco, la que más te apoya es la que ha emprendido. La gente que ha hecho algo de la nada es la primera en apoyarte y son los primeros que te impulsan a decir: ¡síguele, síguele, síguele!.

A mi me iba muy bien en México, yo me pude haber seguido por ese camino, y ahorita sería Director de Finanzas o algo así…pero decidí venirme a Mazatlán: primero vivir en donde yo quería vivir, ¡aquí mi tierra! y segundo, tener algo mío, en donde no estuviera atado a un horario.

¿Cómo vivíste el proceso de creación de una empresa en un país como México?

Las condiciones no son fáciles definitivamente, pero tampoco son imposibles. El país tiene la suficiente tranquilidad económica y social como para hacer una empresa.

La verdad, no ví un obstáculo y tampoco un apoyo por parte del  gobierno.

Según tu experiencia ¿Cuáles son las bases para que un negocio sea exitoso en México?

No hay negocio malo, solo hay malas ejecuciónes y falta de persistencia por que obstáculos van a existir. Para poder hacer el producto de la salchicha, tuve que romper muchos paradigmas; éste producto no existía para empezar. Los proveedores me quisieron vender químicos para sacar rendimientos… ¡para hacerlo mas industrial! Lo que te quiero decir es que tal vez, la única manera en que puedas lograr algo es meterte a tu negocio, hacerte bueno en él , buscar el como “SI” y entender tu mercado. Lo puedes hacer en cualquier cosa que hagas, ya sea un producto o un servicio, si no te metes en esos puntos, no lo puedes lograr.

¿Crees que el mercado de Mazatlán está preparado para aceptar nuevos conceptos como el tuyo?

Si lo sabes vender bien, ¡claro que sí!. Mazatlán no es un impedimento, el mismo problema de afuera lo encontrarás aquí, exactamente lo mismo.

Por último Enrique, ¿algún consejo que le puedas brindar a los nuevos emprendedores de la Ciudad?

No vendan productos, vendan soluciones. Conozcan su mercado, todo está en la estrategia de ventas y todo se resuelve en como le llevas soluciones a tu cliente.

¡Prueba tu día Gratis!

Haz una cita