El tiempo pasa, y no vuelve. No sé si te encuentras de repente resolviendo mil cosas al mismo tiempo, y no te enfocas en una sola.

Han transcurrido ya 6 meses desde que entramos en esta pandemia del COVID-19, y por lo que he leído, todavía nos quedan por lo menos otros 6 meses para poder recibir la famosa vacuna. Durante este tiempo, hemos aprendido de todo, y hemos tenido la oportunidad de vivir los miedos, las crisis, modificar nuestros hábitos con resistencia y poco a poco, como seres que habitamos este planeta, nos estamos adaptando a este nuevo “modus vivendi”.

Dentro de todo esto, mi manera de trabajar se transformó, pues al estar en casa, tenía más oportunidad de resolver cosas de trabajo. El ímpetu, no solo mío, sino de todos los emprendedores, empresas y colaboradores, era muy visible, pues nadie quería venirse para abajo. Y así ha sido. Yo entraba a trabajar en el comedor de mi casa a las 9am, y de repente eran las 2pm, hora de la comida y me levantaba a preparar los sagrados alimentos para la familia. De nuevo a las 3:30 pm, para “no desaprovechar el tiempo” me volvía a sentar hasta las 11 pm. , sin descanso. Eso sí, en el inter, de todo esto, me levantaba, pasaba mi hijo, ladraba la perra, entraba en ocasiones el jardinero, el del gas, me daba hambre y en algún momento que para mí era muy importante enviar un e-mail, me encontré metiendo la ropa en la lavadora. ¡Qué estrés y qué cansancio!

Es así como decidí, en un momento de lucidez, regresar a las oficinas. Realmente, al llegar al iQ Work, en donde rento mi oficina, por un momento respiré en paz (con todo y cubrebocas) pues inmediatamente me relajé al ver el espacio en el que tranquilamente podía enfocarme sin que ladrara la perra. Y es que el llegar a las oficinas simplemente me sentí otra persona. Se me quitó el multitask de ama de casa y emprendedora, y solamente me pude enfocar en el trabajo, y eso, aprendí a darle el tiempo y el espacio a lo que realmente lo necesita.

Es decir, el designar un tiempo específicamente para hacer lo que uno necesita hacer, o quiere hacer es poder dedicarle al 100% al asunto y tus objetivos, metas y sueños es entonces cuándo se vuelven una realidad. Pero tienes que estar comprometido. Y el espacio. el espacio donde realmente puedas lograr todo esto. No es lo mismo, estar en la sala de tu casa, con un internet inconstante, que se corta todo el tiempo, contra un sistema de internet estable y productivo. No es lo mismo que timbre el del gas, a que escuches música apropiada para lograr el enfoque, no es lo mismo la silla del comedor incómoda (por lo menos la mía) para trabaja durante 8 horas, que las sillas ergonómicas y el escritorio dedicado exclusivo para trabajar, La iluminación diseñada, etc. ¡Todo lo que uno puede tener en unas oficinas bien diseñadas y que nunca lo imaginas!

Y es que realmente cuando veo la sinergia y actividad de todos los emprendedores me siento feliz y bendecida del trabajo que tengo, y la energía que me corre por el cuerpo y la mente. Me siento viva y productiva. Muy productiva.

Entonces resumiendo, para mejorar tu calidad de vida, mejora tu productividad, ¿de qué manera? Organizando tus tareas y el tiempo que le dedicarás a cada una de ellas para lograr tus objetivos y metas y buscando los mejores espacios que te hagan lograrlo. Es decir, si lo que quieres es meditar, busca un espacio apropiado para lograr esto, si lo que quieres es trabajar, no hay mejor lugar que tu oficina, ya sea propia u oficinas de renta, en donde realmente tengas los servicios incluidos funcionando al 100 para que no tengas que distraerte en detalles, y que tu oficina tenga buena iluminación, una silla cómoda y ergonómica. Recuerda que pasarás tiempo ahí, buscando lograr tus sueños, así que las nimiedades no te distraigan.